La imagen de Enzo Fancescoli besando la Copa Libertadores en el Monumental en el año ´96 es una de las cosas que más recuerdo de mi infancia, a pesar de que sólo tengo 20, es algo que tengo muy presente. Y viendo fotos de los diferentes campeones de la competencia más importante del continente, me sigue llamando la atención lo mismo. Tal vez porque crecí viéndolo a él y al River tricampeón (Ap.´96; Cl.y Ap.´97). Pero la sensación que me da es, como dice la frase, "son el uno para el otro" y consumaran una escena de amor romántica ante la vista de miles de espectadores. Puede ser que por estas haya elegido esta imagen y no, por ejemplo, una de Estudiantes de La Plata o de Argentinos Juniors.
Es que, en realidad, pensaba poner las de ellos como cabecera de esta nota, como un homenaje a estos equipos a los que uno no le da "ni dos chirolas" y pasa lo que pasó en la última copa, con Liga de Quito campeón contra todos los pronósticos, como Vélez en el ´94. Y esto es más grande todavía porque los de La Plata no ganaron una sola, ¡Fueron tres!(´68,´69,´70). Y encima se trajeron de Manchester la Copa Intercontinental de la mano de Osvaldo Zubeldia como técnico y con jugadores como la bruja Verón, Bilardo, Madero y otros. Esto por un lado.
Por el otro, el bicho de Paternal. Con Borghi, el checho Batista, Olguín y compañía, agotaron todas las instancias posibles de definición de la final contra América de Cali, en el ´85, para consagrarse. Jugaron tres partidos (0-1;1-0 y 1-1) y terminaron pateando penales. Fue 5 a 4 para Argentinos, quien continuaba con lo que había logrado Independiente el año anterior, de la mano del Bocha, y lo que seguiría después el River del Bambino Veira: La hegemonía Argentina en la Copa. De alguna u otra forma, como fue en toda la década del '60 con el rojo, Racing y los dirigidos por el Pincha, la increíble hazaña de Independiente ganándola cuatro veces seguidas ('72,´73,´74,´75). O lo, también impensado, logro de Carlos Bianchi de salir campeón con el Fortín y tres con Boca.
En definitiva, las razones sobran para que hubiera hecho lo que no termine haciendo. O incluso, hubiese podido hacer otra cosa. Por ejemplo hablar de la historia de Mario Rodriguez que fue de Chacarita a Avellaneda a vestirse de rojo, conquistar América y ser goleador del equipo en el ´65. O, llendo en contra de eso de que lo único que sirve es ganar, recordar aquel Newell´s que estuvo cerca de consagrarse, pero se encontró con Nacional de Montevideo ´88 y con el mejor Sao Paulo de la historia en el ´92. En fin se puede escribir de tantas cosas...Pero verlo al Príncipe es distinto. Uno de los últimos jugadores que han trascendido cualquier frontera de color de camiseta. Es muy difícil encontrar un hincha xeneixe que no lo respete. Un jugador tan elegante como su apodo y que en esa copa, que este año cumple sus 50 aniversarios, se hacia justicia con uno de los símbolos del fútbol sudamericano.
Es que, en realidad, pensaba poner las de ellos como cabecera de esta nota, como un homenaje a estos equipos a los que uno no le da "ni dos chirolas" y pasa lo que pasó en la última copa, con Liga de Quito campeón contra todos los pronósticos, como Vélez en el ´94. Y esto es más grande todavía porque los de La Plata no ganaron una sola, ¡Fueron tres!(´68,´69,´70). Y encima se trajeron de Manchester la Copa Intercontinental de la mano de Osvaldo Zubeldia como técnico y con jugadores como la bruja Verón, Bilardo, Madero y otros. Esto por un lado.
Por el otro, el bicho de Paternal. Con Borghi, el checho Batista, Olguín y compañía, agotaron todas las instancias posibles de definición de la final contra América de Cali, en el ´85, para consagrarse. Jugaron tres partidos (0-1;1-0 y 1-1) y terminaron pateando penales. Fue 5 a 4 para Argentinos, quien continuaba con lo que había logrado Independiente el año anterior, de la mano del Bocha, y lo que seguiría después el River del Bambino Veira: La hegemonía Argentina en la Copa. De alguna u otra forma, como fue en toda la década del '60 con el rojo, Racing y los dirigidos por el Pincha, la increíble hazaña de Independiente ganándola cuatro veces seguidas ('72,´73,´74,´75). O lo, también impensado, logro de Carlos Bianchi de salir campeón con el Fortín y tres con Boca.
En definitiva, las razones sobran para que hubiera hecho lo que no termine haciendo. O incluso, hubiese podido hacer otra cosa. Por ejemplo hablar de la historia de Mario Rodriguez que fue de Chacarita a Avellaneda a vestirse de rojo, conquistar América y ser goleador del equipo en el ´65. O, llendo en contra de eso de que lo único que sirve es ganar, recordar aquel Newell´s que estuvo cerca de consagrarse, pero se encontró con Nacional de Montevideo ´88 y con el mejor Sao Paulo de la historia en el ´92. En fin se puede escribir de tantas cosas...Pero verlo al Príncipe es distinto. Uno de los últimos jugadores que han trascendido cualquier frontera de color de camiseta. Es muy difícil encontrar un hincha xeneixe que no lo respete. Un jugador tan elegante como su apodo y que en esa copa, que este año cumple sus 50 aniversarios, se hacia justicia con uno de los símbolos del fútbol sudamericano.
Campeones argentinos:
1967 - Racing Club
1968/69/70 - Estudiantes de La Plata
1972/73/74/75 - Independiente
1977/78 - Boca Juniors
1984 - Independiente
1985 - Argentinos Juniors
1986 - River Plate
1994 - Vélez Sarsfield
1996 - River Plate
2000/01/03/07 - Boca Juniors